MÉXICO y CATALUÑA
México ha estado muy presente en la vida catalana y especialmente, de Barcelona, desde 1837 en que se instauró el consulado mexicano en la ciudad condal, para favorecer el comercio que ya existía desde hacía siglos. Un consulado situado en els Porxos d’en Xifré, en el Pla de Palau, al lado del Puerto, del que salían varias veces al mes barcos y buques con destino a Veracruz, via Cádiz y La Habana.
Las relaciones comerciales entre Catalunya y México se fueron intensificando en aquel siglo XIX de crecimiento económico, sobretodo el aguardiente, el téxtil… y el consulado mexicano en Barcelona se convirtió en uno de los más importantes, al frente del cual se situaron personajes de la talla de Manuel Paíno o Ignacio M. Altamirano.
La Guerra Civil Española fue el momento en que México demostró de nuevo ayuda al pueblo catalán, no reconociendo el gobierno franquista y dando refugio a niños y niñas catalanas en México, los conocidos Niños de Morelia, gracias a la intervención de Lázaro Cárdenas y Amália Solórzano. Con la restauración de la democracia, México regresó a Barcelona con el consulado, y con la libertad también regresaron algunos de los 10.000 catalanes y catalanas exiliados en México.
Hoy, México es presente en Barcelona a través del Consulado, situado en una finca catalogada, y con un archivo que conserva mucha de la documentación anterior a la Guerra, gracias a la intervención desinteresada de un catalán que guardó el material durante años. Entre todos los objetos, un reloj de pared, cuya aguja se paró un día de 1936, justo empezada la Guerra Civil. Además, este 2022 celebramos el 185 aniversario del establecimiento del Consulado general de México en Barcelona, que inició las relaciones comerciales y diplomáticas entre Catalunya y México.